Los contratos de futuros son un tipo de instrumento financiero que se utiliza para comprar o vender un activo subyacente en una fecha futura y a un precio determinado. Estos contratos se negocian en bolsas de futuros y están estandarizados, lo que significa que la cantidad y la calidad del producto están garantizadas para todos los participantes. En este artículo, explicaremos en detalle qué son los contratos de futuros, los diferentes tipos que existen y cómo funcionan.
¿Qué son los contratos de futuros y derivados?
Los contratos de futuros son un tipo de derivado financiero, lo que significa que su valor depende del valor de otro activo subyacente. En el caso de los contratos de futuros, el activo subyacente puede ser cualquier cosa, desde materias primas como el petróleo o el oro, hasta acciones, índices bursátiles o divisas. Los contratos de futuros se utilizan para protegerse contra la volatilidad del mercado, especular sobre los movimientos de precios futuros o para arbitrar entre diferentes mercados.
¿Cuáles son los 4 tipos de contrato de futuros?
Existen cuatro tipos principales de contratos de futuros:
- Contratos de materias primas: estos contratos se utilizan para comprar o vender materias primas como el petróleo, el oro, la plata, el trigo, el maíz, etc.
- Contratos de índices bursátiles: estos contratos se utilizan para comprar o vender un índice bursátil, como el S&P 500, el Dow Jones Industrial Average, el NASDAQ, etc.
- Contratos de divisas: estos contratos se utilizan para comprar o vender una divisa, como el dólar estadounidense, el euro, el yen japonés, etc.
- Contratos de bonos: estos contratos se utilizan para comprar o vender bonos gubernamentales o corporativos.
¿Qué tipos de contratos de futuro existen?
Además de los cuatro tipos principales de contratos de futuros mencionados anteriormente, existen otros tipos de contratos de futuros que se utilizan para diferentes propósitos:
- Contratos de futuros de energía: estos contratos se utilizan para comprar o vender energía, como el petróleo, el gas natural, el carbón, etc.
- Contratos de futuros de metales: estos contratos se utilizan para comprar o vender metales, como el oro, la plata, el cobre, etc.
- Contratos de futuros de alimentos: estos contratos se utilizan para comprar o vender alimentos, como el trigo, el maíz, la soja, etc.
- Contratos de futuros de tasas de interés: estos contratos se utilizan para comprar o vender bonos del gobierno o corporativos con diferentes tasas de interés.
¿Qué son los contratos futuros ejemplos?
Un ejemplo de un contrato de futuros sería un contrato de futuros de petróleo. Supongamos que una empresa petrolera quiere protegerse contra la volatilidad del mercado del petróleo. La empresa podría comprar un contrato de futuros de petróleo a un precio determinado para una fecha futura. Si el precio del petróleo sube en el futuro, la empresa habrá asegurado un precio más bajo para su petróleo. Si el precio del petróleo baja en el futuro, la empresa habrá pagado un precio más alto por su petróleo, pero habrá protegido su posición.
Otro ejemplo de un contrato de futuros sería un contrato de futuros de divisas. Supongamos que un inversor cree que el dólar estadounidense se va a depreciar frente al euro en el futuro. El inversor podría comprar un contrato de futuros de euro a un precio determinado para una fecha futura. Si el euro sube en el futuro, el inversor habrá ganado dinero. Si el euro baja en el futuro, el inversor habrá perdido dinero.
¿Cómo funcionan los contratos de futuros?
Los contratos de futuros se negocian en bolsas de futuros, que actúan como intermediarios entre los compradores y los vendedores. Los contratos de futuros están estandarizados, lo que significa que la cantidad y la calidad del producto están garantizadas para todos los participantes. Los compradores y los vendedores acuerdan un precio y una fecha de entrega en el futuro. El precio se descubre a través de la oferta y la demanda, también conocidas como cotizaciones, hasta que se produce una coincidencia o un intercambio.
Los contratos de futuros son productos apalancados, lo que significa que los compradores y los vendedores solo tienen que depositar una pequeña cantidad de dinero para controlar una gran cantidad de activos subyacentes. Esto puede aumentar tanto las ganancias como las pérdidas potenciales. Para evitar el riesgo de contrapartida, los compradores y los vendedores deben aportar garantías al mercado. Si el precio del activo subyacente se mueve en contra de la posición del comprador o del vendedor, el mercado puede exigir más garantías para cubrir las pérdidas potenciales.
Nuestro consejo
Los contratos de futuros pueden ser una herramienta útil para protegerse contra la volatilidad del mercado, especular sobre los movimientos de precios futuros o para arbitrar entre diferentes mercados. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los futuros son productos apalancados y tienen efectos multiplicadores tanto en las pérdidas como en las ganancias, por lo que se debe tener precaución al operar con ellos. Es recomendable que los inversores se informen adecuadamente sobre los riesgos y las oportunidades de los contratos de futuros antes de operar con ellos.